viernes, 4 de marzo de 2011

Como elegir a un abogado

Unos cuantos consejos para elegir a un abogado:

1. Saber cuánto cobra.
Los abogados no suelen tener un escaparate en el que pongan los precios de sus servicios. Además, a mucha gente le da vergüenza preguntar cuánto te van a cobrar. Creo que esto también pasa con las reparaciones del hogar, con los médicos, talleres... Antes de hacer nada, ¡pregunta cuánto va a costar!

Ojo, porque hay algunos abogados que, aunque les preguntes, no contestan. Te dan una palmadita en la espalda y te dicen "tú por eso no te preocupes". Pues preocúpate. No serás el primero que tiene una reunión con un abogado, no le resuelven nada, y luego recibe en casa una factura. Tampoco serás el primero que tiene un juicio para reclamar 3 mil euros, y el abogado le reclama 4 mil de honorarios.

Si no te atreves a preguntarlo directamente, o el abogado se hace el remolón, puedes preguntar algo así: "¿oye, y este encargo cómo lo facturáis?", que queda más fino y es lo mismo.

2. Saber como cobra.
Muy relacionado con lo anterior. Suele haber dos métodos para calcular los honorarios:
  • Un precio por hora. Cuánto más tiempo le dedique el abogado al asunto, más cobrará. Esto es un incentivo para que al abogado tenga más reuniones, conversaciones telefónicas, y emita largos informes y dictámenes. Los jefazos de un gran despacho pueden tener establecida una tarifa de 500 euros la hora. Esto supone que estar una mañana con ellos vale unos 2.500 euros. Un autónomo buscándose la vida puede andar por los 50 - 250 euros la hora, según la experiencia que tenga, la complejidad del asunto, etc. Lo más recomendable, por tanto, suele ser utilizar el siguiente sistema. 
  • Un precio fijo. Que te informen por adelantado de cuánto costará el trabajo, y así no hay sorpresas para ti, ni para el abogado. Por ejemplo: redacción del contrato de alquiler: 300 euros. Juicio hasta la sentencia en primera instancia: 2.500 euros. Constitución de una S.A.: 800 euros

3. Saber quién hará el trabajo.
A veces pasa que hablas con un abogado experto, pero quien hace el trabajo es un recién licenciado. Si el abogado experto lo revisa todo no hay problema. Pero a veces hay que ir a un juicio, y cinco minutos antes de entrar en la sala, el abogado te dice "yo no puedo ir, pero te mando a un chaval que es fenomenal". Esto puede salir bien, o no. Yo, desde luego, prefiero que venga el experto.

4. Conflictos de interés.
Si quieres demandar a una constructora de pisos importante, es posible que a tu abogado le interese más llevarse bien con la constructora que contigo. Esto se llama "conflicto de interés", y hay que estar atento si observas cualquier cosa rara, como que después del juicio tu abogado se abraza a tu enemigo y se va a comer con él. Es probable que una inmobiliaria le encargue más asuntos que tu!

5. Comprender lo que te cuenta.
Si no entiendes lo que te dice, mala señal. Si te dice "no lo entenderías", mala señal. Es tu litigio, tu contrato, tu divorcio. Que te explique por qué una cosa es buena o mala. Y que lo comprendas.

6. Informarse antes.
Es útil conocer a otros clientes que tenga el abogado. Saber cuánto les cobra, si les atiende personalmente, si están contentos con él. De hecho, lo normal en los abogados, como en los médicos, es que alguien te lo haya recomendado. No es buena idea buscar en las páginas amarillas, o entrar en el primer despacho que veamos por la calle.

Si tienes algún otro truco, por favor, compártelo con nosotros!

2 comentarios:

laura gijon dijo...

Muy util el comentario!

Reclamación ADSL dijo...

Estupendo. Si en vuestra experiencia tenéis algún consejo más, lo comentamos aquí. Gracias!